¿Por qué practicar yoga durante el embarazo y después del parto?
La práctica de yoga prenatal y post-natal es un medio natural e integral para mantenernos sanas durante el embarazo, el nacimiento y el post-parto. Ser conscientes de la respiración, del cuerpo, de la mente y de los sentimientos que experimentamos, hace que podamos conectar con nuestro bebé y, al mismo tiempo, nos da confianza para seguir nuestro instinto maternal y respetar nuestras necesidades en cada momento del embarazo y post-parto.
Cuando practicamos yoga o cualquier disciplina que nos lleve a escuchar lo que ocurre en nuestro interior, estamos regalándonos salud, consciencia y bienestar. Esto es positivo en cualquier momento de nuestras vidas, pero especialmente cuando estamos embarazadas y nuestro cuerpo aporta el primer entorno donde crecerá nuestro bebé.
El lazo fisiológico existente entre nuestro bebé y nosotras, empieza en el momento de la concepción y continúa durante todo el embarazo. Por eso es fundamental que el cuidado, el respeto y la nutrición sea mutua. La personalidad del bebé se está formando al mismo tiempo que lo hace nuestro cuerpo.
A nivel físico, todos los sistemas vitales de soporte trabajan por dos y, a nivel psíquico, se establece una conexión emocional que es completamente instintiva. El bebé aprende de la variedad de experiencias que vive en el vientre: el sonido de la voz, los movimientos, los pensamientos, las sensaciones e incluso los sueños.
Ese vínculo maternofilial genera lazos que estarán presentes durante todo el embarazo y formará la base de la posterior relación entre nosotras como madres y nuestro bebé.
Yoga para embarazadas: Un vínculo contigo misma y con tu bebé
Durante el embarazo, nuestro cuerpo está en continuo movimiento. Cada día nos levantamos y nos acostamos con un cuerpo nuevo. Por eso, es importante prestar atención a los cambios que experimentamos y cómo éstos influyen a nivel interno y externo.
Si no somos conscientes de cómo nos sentimos, tampoco pondremos atención a las diferentes posturas de la práctica de yoga y a cómo repercuten en nuestro organismo.
Durante el embarazo, es especialmente importante no realizar las asanas como un movimiento mecánico, ya que esto aumenta la posibilidad de llevar a cabo posturas inadecuadas y contraproducentes para nosotras y el bebé.
Las asanas o posturas de yoga como medio, no como fin
Las asanas son los medios, las herramientas que nos permiten percibirnos, conocernos y transformarnos. Actúan en nosotras/os como una guía para cultivar la aceptación, la ecuanimidad e ir experimentando estados de calma y tranquilidad más prolongados en nuestro día a día.
Nos ayudan a tomar conciencia de nuestros pensamientos, sentimientos y emociones y a observar cómo nos comportamos con nosotras mismas a través de las distintas posturas.
Y, al mismo tiempo, las posturas son canales de limpieza y purificación, a través de los cuales liberamos y soltamos bloqueos emocionales, físicos y mentales para que, poco a poco, vayamos desintoxicando nuestro organismo, de dentro hacia fuera.
Cómo practicar yoga durante el embarazo
Durante el embarazo es fundamental que escuchemos al cuerpo, que respetemos sus ritmos y que actuemos con consciencia, abandonando el piloto automático, los “debería”, los “tendría” y cualquier otra orden que no salga de nuestras verdaderas necesidades.
También es importante adaptar la práctica y diferenciar entre personas que no han practicado nunca yoga y personas que llevamos tiempo con una práctica regular. Cuanto más tiempo lleves practicando, mayor consciencia corporal tendrás y seguramente puedas realizar todas las posturas adaptándolas al momento en el que estás.
A nivel físico, te daré una serie de tips que puedes tener en cuenta cuando practiques yoga prenatal. Aunque mi mayor consejo es que te escuches a ti primero y preguntes tus dudas a cualquiera de los/as que nos dedicamos al yoga o yoga prenatal.
– Las posturas tumbadas con la barriga boca abajo, así como las transiciones con saltos que generan impacto durante la práctica y torsiones profundas en invertidas o semi-invertidas son desaconsejables.
– La zona lumbar y sacra suelen soportar una mayor tensión debido a las posturas compensatorias que adoptamos para mantener el equilibrio. Para paliar ese efecto y sus posibles dolores, es conveniente trabajar la flexibilidad y la tonificación de piernas, pies, pelvis y columna vertebral para facilitar que el cuerpo adopte de forma natural la postura más conveniente.
– En caso de notar algún hormigueo en las extremidades fruto de la presión en las ingles o la parte trasera de las rodillas, debemos deshacer la postura y adaptarla para reactivar la circulación. Para evitar estos hormigueos, conviene realizar una práctica más dinámica sin permanecer demasiado tiempo en la postura.
– Evitaremos las posturas que exijan mucho a nivel lumbar y los ejercicios en los que los abdominales sean el motor del movimiento. En el caso de las torsiones, es preferible no realizarlas o hacerlas desde el pecho y no forzando la parte abdominal.
– La respiración ha de ser fluida y constante, evitando retenciones de aire o la respiración de fuego.
– Especialmente entre el segundo y tercer trimestre de embarazo, es conveniente aprender a mantener la parte interna de los muslos y el suelo pélvico relajados, eso facilitará a dilatación en el momento del parto. Mantener la conciencia corporal es básico e imprescindible para la práctica.
Practicar yoga durante el primer trimestre de embarazo
Durante el primer trimestre de embarazo solemos tener más dudas a la hora de practicar yoga y esto puede generar estancamiento cuando realizamos las posturas. Sin querer, contraemos la musculatura por temor a hacerle daño al bebé y dejamos de movilizar la zona abdominal.
Es importante durante esta etapa que continuemos utilizando la respiración abdominal, sintiéndola como un suave masaje para el bebé y para nosotras. Esto generará más fluidez y confianza tanto en la práctica como en la vida diaria.
Practicar yoga durante el segundo trimestre de embarazo
Durante el segundo trimestre de embarazo experimentamos una mayor vitalidad y es un buen momento para realizar ejercicios que fortalezcan y tonifiquen nuestro cuerpo.
Además de las consideraciones a tener en cuenta durante el primer mes de embarazo, puedes tomar los siguientes consejos:
– Los estiramientos de piernas y musculatura pélvica (cadera y parte interior de los muslos), las aperturas de pecho, el fortalecimiento de los brazos, de los pies y las piernas, son ejercicios que te aportarán estabilidad, fuerza y energía.
– Cualquier postura que necesites para liberar tensiones físicas o emocionales es apta para ti.
¿Cuáles son los beneficios de practicar yoga para embarazadas?
El yoga nos proporciona la capacidad para adaptarnos a los cambios internos y externos con extraordinaria flexibilidad. Los beneficios derivados de la práctica son innumerables:
– Despierta la columna vertebral y la mantiene en equilibrio, creando espacio con la respiración entre cada una de las vértebras y liberando bloqueos.
– Suelta la tensión acumulada en las articulaciones, ligamentos, músculos, y permite liberar y descargar emociones para recargar al cuerpo de energía y vitalidad.
– Nos calma, nos centra y nos proporciona salud, independientemente de las circunstancias que estemos viviendo fuera.
– La presencia constante de la respiración como medio de conexión con la fuerza de la gravedad, descarga la tensión, malestar y cansancio hacia la tierra, al mismo tiempo que el cuerpo se libera y se mantiene más ligero.
La práctica continuada de posturas de yoga sencillas, que no requieran esfuerzo, nos conducen hacia el parto con la mente clara y tranquila, pudiendo disfrutar de todo el proceso que conlleva la gestación y el posterior parto.
El yoga y la preparación para el parto
Traer un ser al mundo conlleva, además de un gran esfuerzo físico, un desafío a nivel emocional; un momento en el que experimentas una transición en tu vida, de mujer a madre.
Por eso, tan importante es prepararte físicamente como emocionalmente, y el yoga es una forma ideal de ejercicio de preparación, ya que te ayuda físicamente a mantenerte en forma y, al mismo tiempo, te ayuda psicológicamente gracias a su parte más meditativa y espiritual que te conecta con la fuente de energía de la que formas parte que te permite crear y dar vida a un nuevo ser.
El embarazo como fuente de instinto e intuición
Como mujeres, nuestro cuerpo tiene todo el conocimiento y el potencial necesarios para dar a luz. Este conocimiento es instintivo y se encuentra en nuestros genes, por lo que debemos aprender a confiar más en nuestra sabiduría innata a pesar de que no podamos predecir cómo será nuestro futuro parto.
El parto es una gran aventura, un acto de fe y, como tal, se desconoce totalmente lo que va a ocurrir. Sin embargo, mantener una práctica regular de yoga es una forma eficiente de descubrir y aprender cómo liberar nuestros instintos naturales y de superar las inhibiciones o miedos que puedan surgir.
Gracias al yoga y la meditación, vamos conectando con esa fuente de sabiduría que tenemos dentro y eso nos ayuda a sacarle el máximo partido a la gestación, al parto y a la posterior maternidad.
La gestación es un momento de la vida donde la intuición está a flor de piel. El llevar una vida dentro, hace que nuestra parte más intelectual y racional pase a un segundo plano y aflore nuestra capacidad creativa. Si somos capaces de honrar ese momento y aprender a conectarnos con nuestra creatividad y sabiduría innata, desarrollaremos las fuerzas necesarias para responder a la transformación que estaremos experimentando en nuestro interior y nos haremos más conscientes de lo que necesitamos en cada momento.
La mujer embarazada es capaz de evolucionar, de renacer y de afrontar los cambios orgánicos que se producen en su interior.
Cuando nos dejamos llevar por nuestra intuición, en general es difícil que nos equivoquemos. Por eso, hacer uso de esta capacidad durante la gestación nos convierte en agentes de luz, consciencia y bienestar.
El Yoga durante el embarazo, nos ayuda a conectar con nuestra esencia, con la naturaleza salvaje e intuitiva que hay en cada una de nosotras, abriéndonos la puerta hacia un parto más conectado y consciente.
La ayuda de la respiración de yoga durante el parto
El yoga te enseña que tu respiración fluye con naturalidad y normalidad, y te permite ser consciente de su ritmo entre cada inhalación y cada exhalación. A medida que practicas y eres más consciente de este fenómeno, tu atención se focaliza cada vez más en esa sensación de equilibrio y centro que hay en tu interior.
Por eso, practicar de forma regular, te permite desarrollar una sensación tanto de estabilidad física como psicológica, ayudándote a aliviar algunos momentos más complicados que puedan surgir durante el parto.
Saber concentrar tu atención en la respiración, que es fuente de vida, te permite volver al presente y aliviar posibles sensaciones de rigidez cuando se estiran tus músculos, permitiéndote que puedas soltar y aflojar en lugar de resistirte o luchar contra esas sensaciones.
Los hij@s como maestr@s
Practicar yoga durante y después del embarazo es una oportunidad maravillosa para nutrirte, para cuidarte y para conectar con partes de ti que no conocías.
Siempre he escuchado que los hij@s son los grandes maestr@s y que, gracias a ell@s, tenemos delante una oportunidad maravillosa de desarrollo y evolución personal.
Me gustaría compartir un fragmento del libro de Janet Balaskas “Yoga, embarazo y nacimiento” que habla precisamente de este regalo que recibimos cuando somos madres:
“Llevas dentro de ti una personita que es uno de los seres que más te importan en la vida. Es un desafío amar y guiar a esta persona a través de la vida lo mejor que sepas. Como madre de cuatro hijos, puedo decirte que te has embarcado en una gran aventura, en la que vas a aprender mucho de ti misma. Los niños son grandes maestros, tienes una gran oportunidad de desarrollo y evolución personal.
(…) Lo mejor que podemos hacer es adquirir el hábito de desarrollar la conciencia de nosotros mismos y hacer todo lo posible por librarnos de los obstáculos que encontremos en nuestro camino. Durante los últimos 15 años el yoga me ha ayudado en mi liberación personal junto con una gran concentración consciente en mi mundo psicológico interior.
He analizado mi niñez desde el momento de mi concepción y he intentado comprender los patrones de conducta que he heredado del pasado, la matriz psicológica que motiva mi comportamiento, y he observado como se ha reflejado en mi propio cuerpo y en las relaciones con los demás. El yoga es un gran amigo y ayudante. Aparte de las ventajas que tiene sobre el embarazo, es también de gran ayuda a nivel profundo a la hora de enfrentarte a la maternidad. No garantiza que el parto vaya a ser fácil o que la transición hacia la maternidad vaya a estar exenta de obstáculos pero te va a dar la suficiente fuerza para aprovechar tus recursos internos mientras estás embarazada, durante el parto y después de la maternidad”.
Recuerda que tu cuerpo es maravilloso y está perfectamente capacitado para llevar, alumbrar y alimentar la vida que hay dentro de ti.
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Espero que este artículo te haya servido. Puedes dejarme tus comentarios o preguntas en la parte de abajo de este post. De esa forma seguiremos aprendiendo junt@s.
Si deseas iniciarte en tu práctica de Yoga Prenatal y meditación o continuar con clases particulares o en grupo, ponte en contacto conmigo.
Con amor ♡
Marta
FUENTES
“Yoga, embarazo y nacimiento” Janet Balaskas
“Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer” Christiane Northrup