El viaje del ser hacia el ser

Marta te acompaña de una forma dulce y atenta. Gracias a sus sesiones pude entenderme mejor y gestionar aquello que me hacía sufrir. He recomendado a Marta a amigos, familia y pacientes, y absolutamente todos quedan encantados de sus sesiones.

Las clases de yoga con Marta han sido un regalo, un lugar de conexión, sin juicios, sin presión, donde bajar las revoluciones interiores de cada día y simplemente estar. En cada encuentro, ha adaptado la clase a mi estado de ánimo y necesidades. En sus sesiones encontrarás un lugar donde conectar, siempre con la luz y paz que transmite.

Marta marcó un punto de inflexión en mi vida laboral y personal. Me enseñó a invertir energía y tiempo en lo que realmente importa y a gestionar las situaciones que me consumían, soltando todo lo que no me hace bien y protegiendo mi bienestar. Infinitamente agradecida.

La lectura de la carta astral con Marta me pareció estupenda, considero que tiene una energía increíble, un excelente oído y una gran capacidad de invitarte a la reflexión con sus preguntas. Salí de la sesión feliz de que pude identificar algunas cuestiones que me estaban perturbando hace rato, se reflejaban perfectamente en la carta astral y charlar esos temas con Marta me ayudo a relajarme y adoptar nuevas posiciones mentales.

Siempre quise hacer la lectura de mi Carta natal y la verdad es que fue una experiencia increíble. La sensibilidad, presentación, lectura, sabiduría y explicación de Marta me hicieron sentir como si me estuviesen leyendo a mí.

Hice un proceso terapéutico con Marta porque llegué a un punto de mi vida donde mis valores no concordaban con mi vida profesional. Gracias a sus sesiones aprendí las herramientas necesarias para confiar y creer en mí mismo y ahora estoy comenzando una nueva andadura profesional.

Marta es una persona que ofrece un tratamiento holístico muy completo para poder sacar lo mejor de ti. Me ha ayudado en situaciones complejas y de forma muy efectiva. La recomiendo a todas aquellas personas que veo encalladas para empezar a vivir de otra manera.

Nos reencontramos gracias al confinamiento y desde ahí sigo creciendo con ella. Es una gran profesional y persona.  Con cada clase ha conseguido que sea consciente de disfrutar del aquí y el ahora. Ves la pasión que tiene por lo que hace y te lo transmite en cada momento. Es sin duda de las mejores profesoras de yoga que he tenido.

Conocer mi Carta natal fue cómo abrir una ventana que siempre había estado ahí, pero que nunca había visto. Fue un viaje a mi pasado, para entender cosas del presente y coger las riendas de mi futuro.

Marta es una mujer que me ayuda y acompaña para hacer lo difícil de una manera fácil. En momentos en lo que estoy desorientada sabe como sostenerme y sus sesiones me ayudan a entender mi historia desde los más terrenal a lo más espiritual.

Mi experiencia fue hermosa, llena de aprendizaje y contención. De hecho, es hoy que no encuentro un espacio como el que tuve con ella. Sus clases son súper personalizadas. Marta no solo enseña el yoga, sino que te introduce en una forma de vida acorde a lo que necesitas. Un espacio de luz, donde volver a mi eje.

Marta es una persona humilde, con vocación de escuchar y retar, pero siempre desde lo constructivo. Mi proceso con ella fue catártico, feliz y con muy buenos resultados. Me ayudó a disminuir pre-concepciones, marcar mi rumbo y hacer las cosas.

La experiencia vivida en las clases de Yoga en Cabo Polonio, Uruguay, es por demás reconfortante. Solo puedo agradecer por esa capacidad para lograr una revelación trascendente en cada una de las prácticas.

Cuando decidí darle una oportunidad a la terapia, Marta me hizo entender que tenía que estar convencida de que quería de verdad un cambio. Su combinación de coaching y astrología me ayudó a entender mi vida desde una perspectiva muy distinta.

El primer paso para cambiar es ponerte en contacto con ella, el segundo escucharla y el tercero confiar. Gracias a las sesiones con Marta estoy pudiendo acercarme a mi interior desde una perspectiva más amable y verdadera.

Marta me acompañó durante mi embarazo con sus clases de yoga prenatal. Una experiencia muy positiva que me ayudó a mantenerme activa, ágil y a sentirme bien durante esos meses de cambio y a afrontar el momento del parto con confianza.

Un día mi novia me propuso hacer clases particulares con Marta y aunque lo acepté sólo para hacerle compañía, poco a poco, empecé a descubrir el placer de respirar y sentir el cuerpo. La paz que siento después de la práctica no tiene precio. Marta ha conseguido romper unos cuantos esquemas mentales inútiles que arrastraba.